HOTEL ESMERALDA PARíS, París

Mi estancia en el Hotel Esmeralda fue en general muy agradable, gracias a su excelente ubicación y la amabilidad del personal. Sin embargo, la falta de limpieza adecuada y las habitaciones algo anticuadas fueron puntos negativos. A pesar de algunos inconvenientes, me sentí a gusto y valoro la experiencia.

Mi estancia en el Hotel Esmeralda fue mágica. El personal, especialmente Fransisco, fue increíblemente acogedor. La ubicación es inmejorable, justo enfrente de Notre Dame, aunque el hotel necesita algunas reformas. La falta de ascensor puede ser un inconveniente, pero la atmósfera hace que valga la pena.

Mi estancia en el Hotel Esmeralda fue agradable debido a su ubicación inmejorable frente a Notre-Dame, pero me decepcionó un poco el estado de las instalaciones, especialmente la moqueta y el papel pintado que estaban un poco desgastados. Además, el acceso a las habitaciones requiere subir muchas escaleras, lo cual puede ser complicado para algunos. Sin embargo, el ambiente bohemio y la atención del personal hicieron que los aspectos negativos fueran más llevaderos.

Mi estancia en el Hotel Esmeralda fue bastante mixta. La ubicación es inmejorable, justo enfrente de Notre Dame, pero las habitaciones son notoriamente pequeñas y un poco antiguas. La atención del personal, especialmente de Francisco, fue maravillosa y realmente hicieron que nuestra visita fuera especial.

Disfruté de una estancia encantadora en el Hotel Esmeralda. La ubicación es inmejorable, justo enfrente de la Catedral de Notre Dame, lo cual lo hace muy conveniente para explorar París. Las escaleras son empinadas, lo que puede ser un desafío para algunos, pero la limpieza y comodidad de las habitaciones compensan eso. Sin embargo, el hotel es bastante antiguo y carece de algunas comodidades modernas. 😊